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nvertir siempre implica asumir riesgos, pero entenderlos y gestionarlos adecuadamente puede marcar la diferencia entre proteger tu capital o enfrentar pérdidas. Riesgos financieros: ¿invertir o no? Esa es la pregunta clave que surge al evaluar las diferentes oportunidades en el mercado.
El riesgo está presente en cualquier tipo de inversión, desde las más conservadoras hasta las más agresivas, y conocer tu nivel de tolerancia, así como los factores que lo afectan, es crucial para tomar decisiones acertadas. Además, estos evaluar riesgos correctamente no solo te permitirán gestionar mejor tu portafolio, sino también identificar estrategias para mitigar posibles pérdidas y maximizar tus ganancias.
En este blog, exploraremos los principales riesgos financieros que podrías encontrar en el sistema colombiano, te explicaremos cómo identificarlos y, lo más importante, te daremos consejos prácticos para enfrentarlos con éxito. Nuestro objetivo es ayudarte a invertir con mayor seguridad y confianza, fortaleciendo la protección de tu capital y mejorando tus resultados.
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Los riesgos financieros de una inversión miden la probabilidad de perder dinero. Se calcula dividiendo la pérdida esperada entre el valor total. Aunque las empresas suelen calcularlo, es importante entender que a mayor riesgo, mayor posibilidad de pérdida.
Tu tolerancia al riesgo define si un porcentaje es alto o bajo. Por ejemplo, un inversionista conservador preferirá riesgos bajos, mientras que uno agresivo aceptará riesgos más altos.
Recuerda: no existe una inversión sin riesgo. Sin embargo, es crucial conocer los tipos de riesgo a los que te expones.
Los riesgos de mercado, también conocidos como riesgos sistemáticos son la posibilidad de que el valor de una inversión se vea afectado por cambios generales en el mercado. Factores como la economía global, la política y eventos imprevistos influyen directamente en este riesgo.
Por ejemplo, según el informe “Descontento social y político amplifica los riesgos crediticios en América Latina”, los riesgos sociopolíticos se han vuelto cada vez más prominentes en Latinoamérica, lo que a elevado el riesgo crediticio en inversiones como la compra de deuda generada por entidades gubernamentales.
En línea a esto el riesgo de mercado es un factor clave en cualquier inversión, influenciado por eventos globales como la inflación y la estabilidad política. Países como Venezuela o Argentina ejemplifican cómo estos factores pueden aumentar el riesgo. Para mitigarlo, la diversificación es esencial: invertir en diferentes activos, sectores y regiones reduce la exposición a un solo mercado.
Estos riesgos se refieren a la posibilidad de que una contraparte o emisor de instrumentos financieros no cumpla con sus obligaciones de pago. Para conocer el porcentaje de riesgo que estás adquiriendo cuando haces inversiones como compra de deuda o bonos se debe consultar el análisis de riesgo a través del Sistema de Administración del Riesgo Crediticio (SARC), que determina una calificación frente a la capacidad de pago y solidez financiera del prestatario o emisor. Esta evaluación incluye un análisis del historial crediticio, los estados financieros del prestamista o emisor, las calificaciones crediticias de centrales de riesgo y la evaluación de garantías.
Por ejemplo, para las inversiones en bonos puedes encontrar estas calificaciones: entre “AAA” y “BBB” (que representan alta calidad crediticia), entre “BB” y “CCC” (que pueden ser inversiones con un riesgo moderado que alcanzan altos grados de especulación) y entre “CC” y “D” (que demarcan incumplimientos de pagos y pérdidas inminentes).
Para gestionar el riesgo crediticio, es fundamental evaluar cuidadosamente la calidad crediticia de los emisores, establecer límites de exposición al riesgo, es decir, establecer un máximo de dinero que estás dispuesto a perder con el cual te sientas cómodo, y mantener un monitoreo continuo de los pagos y condiciones financieras que está teniendo la entidad con la cual hiciste tu inversión.
Los riesgos operacionales se refieren a las pérdidas causadas por errores internos, fallas en los sistemas o eventos externos. Estos pueden ser errores humanos, fallas tecnológicas, fraudes o desastres naturales, afectando la eficiencia y reputación de la empresa.
Para gestionar y mitigar el riesgo operativo, es importante estudiar la seguridad, lo que dicen las entidades reguladoras y la reputación de las organizaciones en donde o con quien vas a realizar la inversión, ya que, con este conocimiento, minimizas las posibilidades de tener pérdidas financieras.
Por esto, la Superintendencia Financiera de Colombia estableció el Sistema de Administración de Riesgo Operativo (SARO), con el cuál establece los elementos mínimos (que incluyen políticas empresariales, procedimientos internos, documentación mínima, la estructura organizacional, los órganos de control, las plataformas tecnológicas, los canales y métodos de divulgación de información y capacitación) que deben cumplir las entidades financieras para la gestión del riesgo operativo.
Estos habla sobre la capacidad de una entidad o individuo para satisfacer sus obligaciones de pago de manera oportuna y sin incurrir en pérdidas significativas. Es el riesgo de no poder vender un activo o convertirlo en efectivo rápidamente sin afectar su valor o incurrir en costos adicionales.
El riesgo de liquidez puede surgir debido a una falta de efectivo disponible, una disminución en la capacidad de acceso a financiamiento, una falta de compradores o demanda en el mercado, o restricciones regulatorias que limitan la capacidad de venta de activos.
Este riesgo es relevante tanto para las empresas como para los inversores. Para las empresas, el riesgo de liquidez puede afectar su capacidad para pagar deudas, cumplir con obligaciones salariales, financiar operaciones diarias o aprovechar oportunidades de crecimiento. Para los inversores, puede limitar su capacidad para vender activos en momentos desfavorables o dificultar la liquidación de inversiones a corto plazo.
En Colombia, el Banco de la República genera semestralmente una colección de informes que busca entender y analizar los niveles de riesgo, incluido el de liquidación, en diferentes sectores de la economía. Para el primer semestre del 2023 publicaron su informe en el sector inmobiliario, en donde, teniendo en cuenta la alta inflación y tasas de interés, se determinó que Colombia está pasando por una desaceleración en este mercado, que implica una dificultad alta en la compra y venta de proyectos inmobiliarios, sin embargo, resaltan que este mercado, a pesar de tener una menor actividad,continúa mostrando buenas cifras en las mediciones de riesgo.
Para gestionar este riesgo es importante mantener una adecuada reserva de efectivo y activos líquidos, diversificar las fuentes de financiamiento, monitorear de cerca los flujos de efectivo, sobre todo consultando informes y fuentes expertas en tu sector (como el Banco de la República), y realizar análisis de escenarios para evaluar la capacidad de respuesta ante situaciones de estrés.
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Al distribuir tus inversiones en diferentes clases de activos, sectores y regiones, puedes mitigar el riesgo financiero de mercado y crédito. Una cartera diversificada reduce la exposición a movimientos adversos en un solo activo o mercado, y te brinda una mayor protección en caso de volatilidad.
Examina la solidez crediticia de los emisores, comprende las condiciones del mercado, evalúa los riesgos y estudia las regulaciones relevantes para los tipos de inversiones que te interesan. La información sólida respaldada por un análisis cuidadoso te ayudará a tomar decisiones más informadas y a reducir el riesgo asociado.
Recuerda que existen plataformas como la página de la Superintendencia Financiera de Colombia, la base de datos de la BVC o expertos en inversiones, que pueden ayudarte en este proceso. Además, recomendamos seguir las noticias económicas en páginas reconocidas, como La República, Forbes o la revista Dinero, que pueden brindarte una perspectiva amplia del mercado.
El entorno financiero es dinámico y está sujeto a cambios constantes, por ende, mantenerte actualizado sobre las tendencias del mercado, los cambios regulatorios y los acontecimientos económicos relevantes es fundamental. A medida que la situación evoluciona, es importante adaptar tus estrategias de inversión en consecuencia. Por esto, consultar periódicamente fuentes de información confiables, como la Superintendencia Financiera de Colombia o el Banco de la República, te ayudarán a entender el estado del mercado actual y tomar decisiones a tiempo.
Antes de realizar una inversión, es fundamental comprender los diferentes riesgos financieros a los que te enfrentas. Así podrás evaluar cómo estos pueden afectar tus inversiones. Tener claros los riesgos al momento de hacer una inversión te permitirá tomar medidas adecuadas para mitigar dichos, estarás mejor preparado para tomar decisiones de inversión informadas y así podrás proteger tus activos a largo plazo.
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